El relato audiovisual nos modela más allá de la influencia concreta y puntual que pueda ejercer una determinada película, serie o programa televisivo, influyéndonos con modas, muletillas idiomáticas, tendencias de consumo, ocio, etc.
Si no educamos en la normalización de que las mujeres tengan las mismas oportunidades de desarrollar una profesión que los hombres, los resultados no vendrán por sí solos y el cine es un medio idóneo para dicho fin.